Durante 60 años las bolsas de plástico han invadido suelos, playas, cuerpos de agua y paisaje

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  • Durante 60 años bolsas plástico han invadido suelos, playas, cuerpos agua y paisaje

Sobre la Entidad

SEMARNAT
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.

Durante los últimos 60 años hemos utilizado incontables bolsas de plástico, en promedio 200 por persona al año y, sin plantearnos al menos qué disposición final debemos darles, ya que tardan alrededor de 400 años en degradarse. Sin embargo, el cambio climático que presenta cada vez con más frecuencia lluvias torrenciales y atípicas, saca a flote las bolsas que causan taponamiento de drenajes y alcantarillas ocasionando inundaciones, entre otros efectos, y coloca el creciente problema en la agenda internacional.

Organizaciones internacionales piden a la humanidad poner la mirada en el tema para reflexionar sobre estos objetos de plástico fabricados principalmente con polietileno de alta densidad, un plástico de muy baja calidad y de producción económica, las cuales comenzaron a utilizarse en Estados Unidos en 1957.

Desde entonces su uso se expandió vertiginosamente por el mundo y alcanzó enorme popularidad por ser ligeras, resistentes, higiénicas y baratas, ya que facilitaban el transporte de distintos materiales sin representar un agregado al peso de la carga, principalmente las conocidas como “bolsas de camiseta”, aunque las hay de las muchas formas y tipos. Para las compañías comerciales representó una forma de publicidad económica al imprimirles sus logos que eran vistos una y otra vez por potenciales consumidores.

Durante los últimos 60 años hemos utilizado incontables bolsas de plástico, en promedio 200 por persona al año 

Ante los efectos perjudiciales del uso de estas bolsas se plantea hacer un uso responsable de estos muy útiles objetos que, no obstante, impactan la ecología de manera alarmante porque en su producción se utilizan petróleo y gas natural, recursos naturales no renovables que producen emisiones contaminantes locales y globales, así como tener una alta persistencia en el medio ambiente.

Además, al ser desechables se les da en principio un sólo uso y además una incorrecta disposición final que, no solo produce contaminación visual, sino genera impactos ambientales, principalmente en los ecosistemas acuáticos, tales como la foto-degradación, la asfixia y la inanición de los animales, e incluso se convierten en sitios ideales para la reproducción de mosquitos portadores de malaria, chikuncunya y otros virus.

Desde hace varias décadas el tema se ha convertido en una preocupación internacional, y a medida que permea en las esferas públicas el concepto de sustentabilidad, los gobiernos buscan lograr el equilibrio entre desarrollo económico y preservación del medio ambiente.

El “Estudio comparativo de bolsas de plástico degradables versus convencionales mediante la herramienta de Análisis de Ciclo de Vida”, realizado en 2009 por el Centro Nacional de Educación y Capacitación Ambiental y la Dirección General de Investigación en Política y Economía Ambiental (DGIPEA) del INE–SEMARNAT, revela que a esa fecha ya se contaba con 60 impuestos ambientales y restricciones y/o prohibiciones establecidos en las legislaciones de distintos países para reducir o eliminar prácticas o productos de impacto negativo sobre el medio ambiente, como la presencia masiva de estas bolsas.

Precisamente las inundaciones llevaron a Bangladesh a convertirse en el primer país que legisló en contra del uso de las bolsas de plástico y estableció una prohibición total de la producción y distribución de las mismas a partir de marzo del 2002, primero en la capital, Dhaka, y luego a todas las ciudades del país.

Estados Unidos optó por una política de acuerdos y programas voluntarios de educación y concientización sobre la problemática derivada del uso de bolsas de plástico y otros materiales de empaque. Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente de Irlanda aplicó un impuesto al uso de estas bolsas y se observó una disminución en su consumo por persona de 328 a 21 bolsas per cápita.

Para desarrollar una política pública sobre el uso de las bolsas de plástico, los autores de la investigación mencionada, José Alonso Fraire Cervantes e Iván Islas Cortés proponen considerar la importancia relativa de la industria del plástico en el contexto económico en el cual se pretende desarrollar la política pública.

Asimismo, plantean involucrar a todos los agentes interesados en la formulación de la legislación y obtener el consenso social desde el inicio, ya que ello determinará en gran medida su grado de éxito o fracaso.

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