“Sé justo con la naturaleza”, así reza el lema del proyecto con el que el colegio “Sagrado Corazón de Jesús” de Ribadeo (Lugo) ha participado en el programa “Recíclate con Sogama” durante la edición 2016-2017, al que estaban adscritos otros 18 centros educativos de toda Galicia.
A través del desarrollo de una serie de actividades, escolares y profesores han posibilitado que la protección del entorno se haya convertido en una prioridad para el centro y que de esta filosofía participasen también las propias familias y los vecinos de la localidad.
Su fórmula ha sido efectiva: introducir el medio ambiente en todas las asignaturas objeto de estudio y hacerlo de una forma dinámica, amena y divertida.
En este escenario, la gestión sostenible de los residuos municipales constituyó una de las principales temáticas abordadas, que se complementó con otras vinculadas a un mayor conocimiento del medio: las plantas, los árboles, los espacios naturales más próximos, el proceso de incubación de las aves, la cría de los gusanos de seda, etc. Todo un mundo por descubrir que despertó la curiosidad de los más pequeños.
Detectives verdes velan por la limpieza
Su fórmula ha sido efectiva: introducir el medio ambiente en todas las asignaturas objeto de estudio y hacerlo de una forma dinámica, amena y divertida
a escrupulosa limpieza de las aulas y los distintos rincones del centro se configuró también como una labor prioritaria en la agenda de trabajo del colegio. Con tal fin se crearon los “detectives verdes”, parejas de alumnos y alumnas que todos los recreos asumían el rol de inspectores para comprobar el buen estado del patio y aseos: ningún residuo por el suelo y cada tipo de basura en su contenedor. Los infractores se sometían luego a un programa específico de concienciación a través del cual se les invitaba a reflexionar sobre sus conductas y a corregirlas en el futuro.
La recogida selectiva formaba parte inexcusable de los hábitos diarios de los niños. Para ello disponían de la isla de reciclaje suministrada por Sogama y conformada por contenedores de colores para depositar las latas, los briks y los envases plásticos (amarillo); el cartón y papel (azul) y la parte no reciclable (verde), amén de otros tipos de residuos que también clasificaban con esmero, como es el caso de las pilas.
Juegos, elaboración de obras de arte con materiales de desecho, recogida de tapones con fines solidarios, realización de carteles e incluso la participación en jornadas de limpieza de playas constituían acciones habituales en su plan académico y de concienciación.
El éxito alcanzado por el proyecto ha sido tal, que el centro prevé darle continuidad el próximo curso. Los experimentados detectives verdes proseguirán con su trabajo en aras de un colegio más sensibilizado e implicado en la preservación del medio ambiente.
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