Una nueva edición de la campaña Let´s Clean Europe invita y anima a todos los ciudadanos europeos a participar en jornadas de limpieza de residuos que permitan mantener nuestro entorno en condiciones adecuadas.
Las entidades interesadas en sumarse a esta iniciativa, coordinada por la Semana Europea de la Prevención de Residuos, tienen de plazo hasta el 30 de abril para formalizar su inscripción. No obstante, las medidas de limpieza podrán ejecutarse durante el período comprendido entre el 1 de marzo y el 30 de junio, y las propias de concienciación, entre el 12 y el 14 de mayo.
Con esta convocatoria, se pretende llamar la atención respecto a las negativas consecuencias de la actividad humana sobre la naturaleza, receptora cada año de millones de toneladas de basura que ponen en peligro la integridad de los ecosistemas, y, por supuesto, la salud de la población.
La insostenibilidad de los actuales patrones de producción y consumo, característicos de una economía lineal, deben formar parte del pasado, urgiendo la necesidad de transitar hacia una economía circular en la que se priorice el máximo aprovechamiento de los productos, así como la recuperación de residuos, evitando el consumo desmedido de los ya limitados recursos naturales.
La economía circular, el siguiente paso
Pero, más allá de llamar a la acción a través de tareas de limpieza, la campaña que nos ocupa pretende igualmente apelar a la conciencia y sensibilidad de los ciudadanos para prevenir la producción de desechos y aplicar cada día, en nuestros hogares, lugar de trabajo y tiempo de ocio, el principio comunitario de las tres erres como medida indispensable para una gestión racional e inteligente de nuestras basuras: reducir las cantidades producidas, fomentar la máxima reutilización de los artículos antes de convertirlos en desechos, y proceder a la correcta separación de los mismos atendiendo a sus características, depositándolos posteriormente en los contenedores adecuados de cara a garantizar su posterior reciclado.
Tres comportamientos básicos que, en todo caso, configuran los cimientos sobre los que se sustenta la gestión sostenible de los desechos y que, en el marco de la economía circular, deben integrarse en un marco más amplio denominado criterio Multi-R (repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar).
En este contexto, resulta esencial que el diseño de bienes y productos piense en éstos a lo largo de su vida útil (producción, transporte, distribución, utilización y fin de vida) para que puedan ser reparados y puestos de nuevo en el mercado.
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