Científicos denuncian la falta de estudios sobre la afección a la salud de los derrames petroleros

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Universitat Autònoma de Barcelona
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  • Científicos denuncian falta estudios afección salud derrames petroleros
  • Un proyecto impulsado por el ICTA-UAB, ISGlobal y la Facultad de Veterinaria en la selva amazónica de Perú analiza los efectos de los derrames petroleros en la salud de las personas que viven cerca de las zonas de extracción. Las comunidades están en contacto con los tóxicos a través del agua, los alimentos y las tierras contaminadas.

Un total de 638 millones de habitantes de países en vías de desarrollo viven cerca de yacimientos de petróleo. A pesar de este elevado número, se desconocen los efectos nocivos que la exposición a la contaminación procedente de extracciones petroleras provoca en la salud de las personas que viven en zonas cercanas a puntos de extracción de petróleo, según se desprende de un trabajo reciente elaborado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), el Instituto de Salug Global de Barcelona (ISGlobal) y la Facultad de Veterinaria de la UAB. 

El trabajo, publicado en la revista Environmental Health, enmarca un amplio proyecto científico desarrollado por el ICTA-UAB desde hace más de una década que analiza los preocupantes niveles de contaminación por petróleo existentes en una zona de la Amazonía peruana cercana a la frontera con ecuadorLos científicos critican la ausencia de estudios que determinen con precisión los efectos nocivos de estos derrames a la población indígena residente, y demuestran que la contaminación por petróleo se extiende a miles de kilómetros de ríos, sedimentos y suelos, dando lugar a una cadena de contaminación bioacumulable de metales pesados que enlaza agua, peces, animales y personas. 

Se desconocen los efectos nocivos que la exposición a la contaminación procedente de extracciones petroleras provoca en la salud de las personas que viven en zonas cercanas a puntos de extracción de petróleo

Los científicos ya habían constatado en investigaciones previas que, sólo en esta zona habitada por sociedades quechua y achuar, hay 1.100 kilómetros de ríos afectados, el 22% del total, y los estudios cartográficos realizados establecen que en la zona se ha vertido el equivalente a 2,6 millones de barriles de petróleo. Esta área de selva amazónica fue declarada por el gobierno peruano en emergencia ambiental en 2003 y en emergencia sanitaria en 2013, pero todavía no existen registros locales de morbilidad ni mortalidad. "La gente enferma no puede visitar al médico ni ir al hospital. Simplemente muere y no se sabe de qué", comenta Martí Orta, científico del ICTA-UAB quien critica que, a pesar de conocerse los efectos adversos sobre la salud de la exposición al petróleo y otros productos derivados de la extracción, nunca se han tomado medidas reparadoras ni sancionadoras. 

Según los investigadores, la mayoría de estudios existentes se han centrado en analizar los efectos nocivos de los vertidos en los grupos de trabajadores encargados de la limpieza, pero no en las poblaciones residentes en la zona que son mucho más vulnerables al estar expuestas a los contaminantes durante períodos muy prolongados. "Es importante estudiar los efectos que la contaminación derivada del petróleo tiene en la gente que vive en zonas de extracción, ya que los tiempos y las vías de exposición son diferentes. Además, los estudios realizados hasta ahora se han centrado en trabajadores y no estudian los efectos en población que puede ser más vulnerable a los efectos de la contaminación, como los niños, las mujeres embarazadas o personas con problemas previos de salud "comenta Cristina O'Callaghan-Gordo, científica de ISGlobal. Las comunidades locales ingieren agua y alimentos contaminados, y mantienen contacto dérmico con los ríos y las tierras afectadas mediante el baño o las tareas agrícolas diarias

Esta exposición al petróleo y a las aguas de formación utilizadas en el proceso de extracción (ricas en metales pesados , hidrocarburos y otros elementos radiactivos) ocasionan problemas de salud neurológicos, hematológicos y síntomas irritativos en los habitantes. Además, la quema de gas natural favorece la inhalación de compuestos orgánicos volátiles, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, entre otros. 

El estudio reclama la necesidad de potenciar la investigación sobre los efectos de los vertidos a la población residente con el el objetivo final de conocer con certeza los riesgos en la salud asociados a la exposición, promover políticas de control efectivas para evitar la contaminación e impulsar las políticas de salud pública que eviten la exposición humana a las áreas ya contaminadas.

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